Antes de tan siquiera empezar a ser, cada unos de nosotros, ya fuimos la célula más ágil e intrépida que logró unirse a la célula madre, sorteando los increíbles obstáculos del camino, creando así un nuevo ser.
Antes de tan siquiera empezar a ser, ya estamos impregnados de movimiento y ese afán de supervivencia.
Entonces, ¿por qué cada vez nos sentimos más desconectados de esa naturaleza innata de nuestra?, ¿por qué cada vez somos más pasivos, victimistas, sedentarios?.
Treinta y dos años viviendo en piloto automático me hicieron parar para adentrarme en lo más salvaje de mí para empezar a buscar, dejando atrás quién solía creer que era.
No prometo darte las respuestas a esas preguntas pero te invito a que tu también descubras como dejar de ser un mero espectador con antifaz y vuelvas a observar, a conectar con tu lado más humano.
Te invito a que vuelvas a pensar, a replantearte lo que habías adquirido como pensamiento y habías echo tuyo.
Te invito a desafiarte. A caer. A levantarte. A superarte.
La buena vibra es el baile sincronizado de la naturaleza, lo bello, lo cruel, lo que no puedes controlar y las infinitas posibilidades, dando lugar a esa conexión innata con el universo.
¿Preparado para la aventura de vivir?
